Núm. XIII (2025): Grafografazo
Grafografazo

     Ser educador hoy implica también ser escritor, capaz de transformar la experiencia pedagógica en palabra viva. Ya no basta con preparar clases; es necesario producir conocimiento, construir  diálogos con otros públicos en distintos espacios. El docente que escribe textos académicos o literarios amplía los límites de su acción pedagógica: lleva la escuela al mundo y lo global a la escuela. Como señala el austriaco Wittgenstein: "los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo".  

La sociedad necesita de este tipo de educadores: constructores de sentido, cultivadores de la palabra y sembradores de ideas. Porque cada texto que nace de sus experiencias es una invitación a seguir reconstruyendo, a continuar transformando la ciudad, el país y a pensar también de manera universal. 

 

 

          Florece la mirada 

          en el vientre de la flor

 

          Las raíz 

          está lista 

 

          Despierta la luz

          al amor 

                                   (J.A.)

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